Un nuevo caso de intolerancia, en el que un ciudadano golpeó a un agente de tránsito, en Niquía, volvió a poner el tema de la intolerancia en el centro de la discusión. En otras ocasiones han sido los funcionarios los que agreden a los ciudadanos. El Bellanita consultó las acciones que se están implementando.
Por: Edwin Henao Acevedo | Redacción El Bellanita
Tras el lamentable caso de agresión a un agente de tránsito en Bello el pasado 11 de junio —y que El Bellanita compartió este jueves de voz del afectado—, la alcaldesa Lorena González Ospina rechazó este viernes contundentemente el hecho:
“Este tipo de actos violentos no solo constituyen un atentado contra un servidor público, sino que representan una amenaza contra el orden, la legalidad y la convivencia ciudadana que tanto necesita y merece nuestro municipio”, afirmó. También aseguró que ya se adelantan los procesos judiciales pertinentes para que el caso no quede impune.
Pero este hecho violento, que dejó a un funcionario en riesgo de perder un ojo, no es aislado y no han sido causados solo por ciudadanos, algunos agentes también se han extralimitado hasta llegar a la confrontación. Según los propios agentes, los ataques verbales, las amenazas y hasta las agresiones físicas se han vuelto frecuentes. Frente a esta preocupante realidad, El Bellanita consultó a la Secretaría de Movilidad de Bello, encabezada por Andrés Camilo Montoya Osorio, para entender qué se está haciendo desde la institucionalidad no solo para proteger a los agentes, sino también para construir una relación de respeto y pedagogía con la comunidad.
“En Bello contamos desde hace tres años con un equipo líder en educación vial, conformado por profesionales y agentes de tránsito, que desarrollan trabajo social con la comunidad desde la primera infancia hasta personas mayores”.
Según Montoya, hoy los agentes no solo están capacitados en norma, sino también en habilidades blandas para garantizar una atención empática. “Nuestros agentes reciben formación en manejo del estrés, asesoría psicológica y entrenamiento legal para asegurar procedimientos respetuosos y apegados a la ley”.
Para impactar de manera directa a la ciudadanía, se han desplegado campañas como Cultura de Movilidad a tu puerta, con la que se visitarán más de 5.000 domicilios en 110 barrios llevando mensajes de responsabilidad vial. A esta se suman iniciativas como Patrullas Escolares de Seguridad Vial, Agentes Dorados, Controles Pedagógicos en Vía y Cursos de Amonestación, con el fin de prevenir situaciones de riesgo, tanto para los actores viales como para los funcionarios.
“Invitamos a todos a ser tolerantes y respetuosos y a renunciar a la violencia como forma de zanjar las controversias. Conducir es una actividad de alto riesgo, por eso el primer paso es respetar la norma y aceptar nuestras responsabilidades”, puntualizó Montoya.
Finalmente, recordó que la comunidad puede acudir a instancias como la Dirección de Control Interno Disciplinario, la Personería o la Procuraduría para presentar quejas o denuncias en caso de posibles abusos por parte de agentes de tránsito.